La flota de artes menores dispone inicialmente de casi 651.000 kilos

la flota española del caladero nacional, la (UE) no le recortó el 18,5 % de merluza que proponía la Comisión Europea, pero sí un 8,2 %. Redujo su cuota para este año a 4,88 millones de kilos. Casi 651.000 son para los barcos de artes menores, la bajura. De los 4.200 registrados, 475 están autorizados a la pesca dirigida de especies demersales como esa. Por los «elevados consumos de algunos» pesqueros, la Secretaría General de Pesca les marca un tope anual de 9.000 kilos. Faenando cinco días a la semana, cada barco podría pescar como máximo 34,6 kilos diarios.

Esa cantidad sería el límite con un reparto lineal y suponiendo que de lunes a viernes cada pesquero capturase merluza. Que no es así lo atestigua que las artes menores pueden alternar y cambiar de modalidades. Para la pesca dirigida de esa especie, emplean palangrillo (anzuelos) o betas (redes fijas). En Galicia y en el resto del Cantábrico noroeste se gestiona de manera global, distribuyéndose por trimestres, a razón de 162.725 kilos.

Precisamente porque de esa bolsa común no tiran igual todos los barcos de artes menores, Pesca restringe el cupo individual. Se basa en que durante los últimos años esa flota «ha visto paralizada su actividad en distintos momentos, debido, entre otras razones, a los elevados consumos que realizan algunas unidades», explica el Gobierno. 

Con el máximo de 9.000 kilos por embarcación, pretende «facilitar una mejor gestión de la cuota y mejor planificación de la actividad a lo largo del año». Si bien ese tope suele modificarse, las autoridades advierten que cuando un buque lo rebase «tendrá prohibida la pesca de merluza para el resto de la campaña».

La cantidad inicial de este 2022 es inferior a la del 2021, que comenzó con 10.000 kilos por barco para todo el año. A finales de julio algunos ya lo habían rebasado, explicaba Pesca. Como entonces todavía quedaba el 54 % de la bolsa común, elevó el cupo individual a 14.000 kilos.

A principios de octubre, calculando que en los caladeros nacionales del noroeste podrían quedar sin capturar 374.200 kilos de merluza, aplicó el llamado mecanismo de optimización y los reasignó. Permitió a la bajura que había superado los 14.000 kilos usar esos «sobrantes», pero, con idea de «evitar el agotamiento prematuro», de Fisterra hacia el norte estableció un máximo de 800 kilos por barco y día. Días antes de las Navidades también se agotó. Desde esa fecha hasta el 1 de este mes solo podían pescarla quienes disponían de cuota. 

Fuente: La Voz de Galicia