El Gobierno ha aprobado hoy un real decreto por el que se regula el ejercicio de la pesca en los caladeros nacionales peninsulares, dando cumplimiento a uno de los elementos incluidos como hito en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) al unificar la ordenación en la materia, que hasta ahora estaba muy dispersa en diferentes normas.

Hasta el momento existía una acusada fragmentación de la regulación de los caladeros en los que se dividen las aguas del caladero nacional (Cantábrico y Noroeste, Golfo de Cádiz y Mediterráneo), en siete reales decretos publicados entre 1993 y 2006. Con la aprobación de este real decreto se lleva a cabo un ejercicio de simplificación de la normativa y de su actualización, regulando aspectos transversales de las pesquerías, como son la compatibilidad de los artes, los cambios temporales de modalidad o los intercambios de censos. Estos dos últimos mecanismos cobran una importante dimensión a la hora de la ordenación y gestión de los diferentes censos por modalidad y caladero en los que se ubican los buques pesqueros de bandera española.

Además, se regulan los tiempos de actividad pesquera en las aguas españolas, y en algunos casos de las comunitarias, así como se detallan las características técnicas del arte de arrastre de fondo o las condiciones para el ejercicio de la pesca con pincho-caña en el Cantábrico y Noroeste.